Esfinge de carne cincelada por mis dedos,
puñado de estrellas empedrando mis cielos.
Pero digo...te quiero.
Podría decirte...
rumor de río de aguas que presurosa llegas,
gemido de viento que palpitan en mis venas.
Pero digo...te adoro
Podría decirte...
Gruta profunda, eco de besos vengadores,
nube de furia de mi naturaleza en tus labios,
muerte de gloria , la multitud de tus amores,
azahares de besos en la cuenca de mi manos.
Pero digo...te amo
Podría decirte...
Tu eres rayo de luna que golpea mi ventana,
con furia sublime que arremete cada mañana.
Pero digo... eres mi todo, lo que el poeta ama,
quien alimenta mi vida enamorándome el alma.
el aire se inunda de aromas de tu ser
que envuelven mis sentidos y te añoro,
y te reclamo y te atraigo con mi pensamiento .
La brisa que hace sinfonía en mi ventana
con el vaivén de aire y tela
acaricia la penumbra de mi cuerpo
que te espera y te desea.
El roce de tus labios tibios y suaves
se hacen sentir aún en mis sueños
y la fragancia a rosas que hiciste tan mía
te ata...te rodea...te hace prisionero.
Y despierto entre aromas y besos
de lo que pareció un sueño,
por que estás aquí, a mi lado...mi amor
la que hace que mis realidades sean mágicas
colmadas de amor y desbordante s de dulzura.
Vuelvo a sentarme en frente de la vieja televisión, con la mirada perdida en la tarima. No puedo explicar lo que siento.
Cada vez que lo veo mis ojos tienen que reprimir las lágrimas, lágrimas de felicidad y enamoramiento. Mi boca esboza una ancha sonrisa, hasta el punto de hacerme daño en la mandíbula. El corazón palpita fuertemente dentro de mi pecho, a punto del infarto. ¿Cuándo dejará de pasarme eso?
Creo que nunca. Mi vida ha sufrido un gran cambio con él. Parece que ahora soy más feliz, he encaminado mi vida hasta un equilibrio perfecto. Sigo equivocándome en muchas cosas, pero cuando antes me enfadaba conmigo misma por hacerlo mal, ahora me río.
Una parte de mi mente, además del subconsciente, nunca para de pensar en él porque, obviamente, él es el centro de mi existencia, la razón por la que vivo y existo.
Pienso en un futuro próximo y me imagino con él, pienso en un futuro lejano, muy lejano, y me imagino con él, pienso en el presente, y estoy con él… Pero no es obsesión, es amor.
No puedo explicar con palabras qué es esta enfermedad, sólo las causas: sonrisas, miradas, sentimientos, alegrías, lágrimas, perdones, soledad, felicidad…
Y es que no puedo vivir sin esa persona. Porque me encanta verle sonreír, porque necesito que sea feliz, porque me alegro cuando él se alegra, porque sus miradas siempre me ruborizan, porque cuando apenas me roza siento un escalofrío, porque cuando me besa soy la persona más feliz del mundo.
Cuando me besas, cuando me abrazas, cuando me sonríes o me miras. Cuando me dices ''te amo, mi vida'' o incluso cuando me llamas pata. Desde que te conocí soy la persona más feliz del mundo. Gracias a ti. Gracias a Alejandro Lence Alonso.
GRACIAS, mi amor.
Te amo con todo mi ser.
Refugiarse en tu hermosura
con un tono de locura.
Convertirse en pirata y navegar,
en busca del tesoro que te logre conquistar
remontarse a la infancia en tiempo de lactancia.
Despertar con ganas de amar, queriendo a tí volar
escuchar la 5ta sinfonía de Beethoven,
con letras de versos y canciones.
Querer plasmar, tú nombre en alta mar
soñar sin querer despertar,
que tus brazos me han de anidar.
Sentir el corazón palpitar,
con latidos de un amor dimensional
querer tocar el cielo con mis manos
y a Dios decirle que te amo.
Tú, mi vocación y religión, sin importar mi convicción.